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23 de septiembre de 2019

Digitalización e Industria 4.0


La transformación digital, junto a la Industria 4.0, se han convertido en dos pilares sobre los que descansa la llamada “Cuarta revolución industrial”. Se trata de utilizar a escala industrial todo el potencial que nos ofrece la automatización de los procesos productivos, conectarlos mediante la utilización de redes de producción digitales y conseguir con ello procesos más eficientes. 

La llegada del Big Data, la Robotización y el uso de la Inteligencia Artificial sin duda acelerarán y darán paso a cambios en los sistemas tradicionales de empleo. Actualmente se han abierto multitud de debates sobre cual será su velocidad de implantación, el alcance de los cambios y sus consecuencias sobre el mercado de trabajo tal y como lo conocemos actualmente.

Actualmente estamos asistiendo a un período de crecimiento de las conocidas Plataformas Colaborativas, fundamentadas en la Economía Colaborativa. Lo que empezó poniendo un elemento infrautilizado en el mercado para su reutilización, actualmente se ha convertido en grandes plataformas que ofrecen la prestación de servicios a través de las mismas. Actualmente estamos asistiendo a la transformación de los sectores tradicionales, que se ven obligados a adecuarse a las nuevas demandas del mercado para trabajar a través de plataformas colaborativas. 

El modelo de negocio de estas “plataformas colaborativas” se puede fundamentar en la obtención de ingresos mediante la inserción de publicidad, el cobro de una comisión por la utilización de la misma, el cobro de un porcentaje por la prestación de servicios, etc. 

La velocidad con que se están realizando los cambios y la falta de cualificación general en estas materias por parte de algunas empresas, puede llevar como resultado que las ventajas tecnológicas se concentren en un reducido grupo de sociedades o personas que puedan conseguir ventajas tecnológicas iniciales para fines no deseados o distorsionar el mercado.


Actualmente nos encontramos inmersos en el auge del Big Data y la Inteligencia Artificial, los datos de las personas se han convertido en un bien muy preciado por las empresas. Se trata de identificar la información importante y extraer el conocimiento relevante con ayuda de la Inteligencia Artificial. 

Muchas empresas comercian con ellos, el pasado 25 de Mayo de 2018 entró en vigor el nuevo Reglamento sobre Protección de Datos en la Unión Europea para intentar poner un poco de orden y regular la obtención y cesión de los mismos. En nuestro día a día vamos dejando un rastro digital, hábitos de navegación, hábitos de compra, gustos, lugares visitados o frecuentados, contactos que tenemos, etc. Estos datos una vez analizados pueden facilitar que las empresas puedan tomar mejores decisiones y ofrecer a sus clientes servicios o productos personalizados según sus características. 

Las plataformas digitales también pueden utilizar los datos obtenidos para segmentar a sus usuarios según sus características, facilitando con ello la creación de campañas publicitarias destinadas a un público objetivo determinado. 

La Digitalización también traerá cambios en los hábitos de consumo, actualmente el acceso a la información en tiempo real nos permite consultar precios y conocer las opiniones de otros usuarios sobre el bien o servicio que tenemos previsto adquirir. El aumento de la competencia conllevará una carrera por la disminución de los costes a través de la utilización de la tecnología, para poderlo repercutir en el producto o servicio final.


El acceso en tiempo real a los datos en internet con un coste reducido, también nos pueda facilitar la toma de decisiones como consumidores. Los dispositivos inteligentes o automáticos nos pueden permitir intervenir en los flujos de demanda de los servicios; Aumentar o Disminuir el consumo energético en función de las tarifas, realizar compras en función de las ofertas existentes, solicitar ofertas a varias empresas a través de plataformas, solicitar productos personalizados a nuestros gustos, etc.

No estar en el mundo digital nos puede hacer perder una importante ventaja competitiva y con ello la posibilidad de llegar a más posibles clientes o usuarios.



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